viernes, 5 de septiembre de 2014

Los días después del Tsunami

Vamos a suponer que se ha acabo la pesadilla, que algo más de 6 años después (2008-2014), las cosas empiezan a ir un poco mejor, ya no hay aquella caída en picado de la actividad económica en general, hay un ligero cambio de tendencia y parece ser que incluso los grandes números y el consumo repuntan algo. Ha pasado el “Tsunami”, denominada de forma genérica “crisis”. La pregunta es ¿Qué pasa los días después?.. ¿Cómo ha quedado nuestra casa después del Tsunami? y ¿Cómo están los ánimos y la moral de la gente después de la tragedia?.

La respuesta es fácil: la gente esta desubicada y despistada, ha salido de su zona de confort, encuentra a faltar cosas y añora tiempos pasados que ya nunca más van a volver (aunque algunos ingenuos soñadores nostálgicos quieran creerlo); la gente está en proceso de duelo, está triste y sin saber muy bien donde darla. Muchas cosas están siendo diferentes, sin duda hay un antes y un después del Tsunami, estamos delante de un nuevo escenario y hemos de adaptarnos al mismo y cuando antes lo hagamos mejor.


Fuente de la imagen: http://sobrecuriosidades.com/

Hay que darle la vuelta a esto y ha llegado el momento de utilizar otras competencias para adaptarnos al nuevo escenario. Estás las tenemos intrínsecas dentro de nosotros, lo que pasa es que hasta ahora  no las habíamos necesitado y por tanto están poco desarrolladas  y nos asusta el no saber manejarlas. Utilizarlas y veréis que bien nos va a todos. No sirve aquello de reinventarnos, es una palabra que ya molesta, se trata de poner todas nuestras competencias en un nuevo escenario y aprender algunas cosas nuevas, como por ejemplo a gestionar la incertidumbre (y ser felices igualmente con ello), adaptarnos rápidamente a los cambios, flexibilidad,  iniciativa y optimismo, ponerse las pilas y no esperar que nadie les solucione las cosas, confiar en nosotros mismos y dar rienda suelta a la imaginación. Hay que estar abierto a nuevas cosas, formas y oportunidades. La gente alegre, optimista y positiva afirman los expertos que vive entre 6 y7  años más que los que no lo son. Hay que sonreír y positivizar, generar confianza y credibilidad y para ello es imprescindible que uno confíe y crea en sí mismo. Hay que saber resolver problemas, tener capacidad de autonomía, estar implicados y ser facilitadores, y sobre todo ACTITUD, de la buena, de la positiva, no la del “chollete” y el apalancamiento o hacer lo fácil, valores como la honestidad y el esfuerzo son también valores a la alza y hemos de activarlos y gestionarlos.

No tenemos más remedio que adaptarnos a nuestro nuevo mundo y entorno después del Tsunami. En estos momentos la gente ya empieza a ver que las cosas son diferentes y se empiezan a ver cambios de actitudes y gente dispuesta a hacer lo que convenga, con ganas, capacitación y disponibilidad, estamos saliendo del duelo y vale la pena hacer el esfuerzo y seguir adelante!!

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