Hay que apostar por el talento, éste debe ser el motor de
nuestro negocio. ¿Qué es el talento? estamos hablando básicamente de capacidad,
flexibilidad y actitud, estamos socialmente aceptando que la actitud es el
motor juntamente con la capacitación que nos permitirá alcanzar cotas altas de
eficiencia. Pero cuidado, recordemos la frase aquella que dice “no hay nada
peor que un tonto motivado”, por lo tanto la actitud no lo es todo y por
supuesto la visión global de las cosas y la flexibilidad/adaptabilidad a los
nuevos paradigmas serán claves.
El mundo sigue evolucionando, cada día está más globalizado
y especializado. Se está hablando de futuras formas de trabajo y de innovación
disruptiva, hacer cosas con talento pero diferentes, aunque ello nos lleve a
aumentar la sensación de riesgo y nos
saque de la zona de confort (acomodamiento). Si eres diferente podrás marcar
diferencias, ser igual a los demás ya no es estrategia, sino que te pone a
competir por precio (lo cual no es buena cosa). La mejora continua ya no es
estrategia sino nuestra obligación para seguir siendo competitivos en un mundo
de cambio permanente. El Talento exigirá flexibilidad, creatividad y
adaptabilidad, así como saber vivir con la incertidumbre sin dejar de ser
igualmente feliz. Hemos de observar el mercado y proponerle cosas que no
existan pero que puedan hacer falta.
Algunas empresas sólo piensan en el día a día (hoy y máximo
mañana), y por tanto posiblemente ya no estarán en el futuro. El talento debe
abrir mentes y expectativas, ser el visionario del futuro, de lo que no hay
pero puede hacer falta. Van a cambiar las formas de trabajo y las formas en
cómo nos vamos a formar, en muchos casos/ puestos se va a competir con máquinas
(más fiables y regulares, sin emociones). Hay nuevos paradigmas en la forma de
trabajar, difícilmente nadie trabajará toda la vida en la misma empresa y mucho
menos en la misma área funcional. Cada vez más vamos a aplicar el Talento
aportando valor a un proyecto concreto en que se esté trabajando y esta
relación finalizará cuando éste deje de aportar cosas (en las dos direcciones,
del proyecto al talento y del talento al proyecto). Cambiaremos más de trabajo
y compartiremos proyectos que perfectamente pueden ser de diferentes empresas
al mismo tiempo.
Así pues nos vienen retos atractivos y ambiciosos, que
precisan del máximo talento para alcanzarlos y que sin duda nos harán cambiar
de muchos hábitos y costumbres. Vamos a ser valientes, a creer más en nosotros
y seguro que se alcanzaran cotas no imaginables con el modelo anterior.
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